LA NOCHE DE UN SÁBADO QUE NO FUÉ CUALQUIER SÁBADO : LA NOCHE EN LA QUE CAMBIÓ EL CURSO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

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SI BIEN, LA  MUERTE DEL CARPINTERO LLAMADO JESÚS OCURRIÓ CON GRAN PARAFERNALIA A PLENA LUZ DE UN  DÍA VIERNES, LA DESAPARICIÓN DE SU CADÁVER DESDE UNA TUMBA CUSTODIADA POR LOS DISCIPLINADOS SOLDADOS ROMANOS FUE EN LA OSCURIDAD DE LA NOCHE DE UN SÁBADO PARA DOMINGO.

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Tal como lo prescribían las normas y prácticas romanas de la época, Jesús y sus acompañantes habían efectivamente muerto esa tarde del día Viernes, sin dejar ninguna duda al respecto, al menos a todos los que pudieron verlo directamente.

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En consecuencia, la desaparición de su cadáver de la tumba, tal como lo constataron, primero sus principales discípulos en la madrugada de ese Domingo de Primavera, y luego los enviados de los sacerdotes judíos del Sanedrín, corrió como un reguero de pólvora por toda la ciudad.

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Sus seguidores, dudosos decían que habría resucitado, los otros que se habían robado el cadáver.

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Sin embargo, El no se dejó ver en la ciudad y según cuentan algunos de sus discípulos, envió un mensaje diciendo a sus fieles que se regresaran a Galilea donde allí los vería.

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Sin dudas, que desde ese día, la humanidad ha estado dividida entre aquellos que proclaman su Resurrección y los otros que señalan que su cadáver fue robado, o peor aún, que el tal Jesús nunca existió y todo fue un cuento de un grupo de audaces y astutos embaucadores.

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Lamentablemente, en la actualidad son muy pocos los que  creen firmemente en lo primero,  pues si afuera, su conducta  sería muy diferente de la que realmente tienen.
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EN DESARROLLO

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