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DICEN QUE DE TODO HAY EN LA VIÑA DEL SEÑOR Y LA UTEM NO ES LA EXCEPCIÓN
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Sin duda que todos somos un poco más o menos estúpidos, pues genios hay muy pocos.
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Lo grave no está en el grado de estupidez de cada ser humano, lo que le impide actuar en forma oportuna y adecuada a los fines superiores o más trascendentes que cada cual tiene o debiera tener.
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Así resulta muy penoso ver individuos relativamente más inteligentes que el promedio destruyendo con su mano izquierda lo que laboriosamente construyen con la derecha en un permanente y dialéctico proceso de construcción y destrucción que finaliza con ellos mismos.
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No quisiera personalizar, pues todos hacemos en mayor o menor medida lo mismo, sólo que algunos exageran más de la cuenta.
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Es como si fuera el caso de un deportista destacado que al finalizar su entrenamiento se fumase una cajetilla de cigarrillos o se pegase una parranda de grandes proporciones.
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La gran historia está llena de grandes personajes que incurrieron en esta absurda política vital.. Pero en las pequeñas historias también abundan los que exageran la estupidez de en sus vidas.
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Abundan personas que dicen que su mayor anhelo es hacer felices a sus hijos, pero día a día le enseñan a sus hijos a mentir, engañar y a robar, como si eso los pudiera hacer felices.
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Quizás nos parezca exagerada la educación nórdica que enseña con el ejemplo y la teoría que cada cual debe cumplir con su deber cueste lo que cueste, incluso la vida en algunas ocasiones; a diferencia del Capitán del Crucero Concordia que hizo desde un comienzo todo lo contrario.
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EN DESARROLLO
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EN DESARROLLO.
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DICEN QUE DE TODO HAY EN LA VIÑA DEL SEÑOR Y LA UTEM NO ES LA EXCEPCIÓN
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REFLEXIONES VACACIONALES
.Sin duda que todos somos un poco más o menos estúpidos, pues genios hay muy pocos.
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Lo grave no está en el grado de estupidez de cada ser humano, lo que le impide actuar en forma oportuna y adecuada a los fines superiores o más trascendentes que cada cual tiene o debiera tener.
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Así resulta muy penoso ver individuos relativamente más inteligentes que el promedio destruyendo con su mano izquierda lo que laboriosamente construyen con la derecha en un permanente y dialéctico proceso de construcción y destrucción que finaliza con ellos mismos.
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No quisiera personalizar, pues todos hacemos en mayor o menor medida lo mismo, sólo que algunos exageran más de la cuenta.
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Es como si fuera el caso de un deportista destacado que al finalizar su entrenamiento se fumase una cajetilla de cigarrillos o se pegase una parranda de grandes proporciones.
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La gran historia está llena de grandes personajes que incurrieron en esta absurda política vital.. Pero en las pequeñas historias también abundan los que exageran la estupidez de en sus vidas.
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Abundan personas que dicen que su mayor anhelo es hacer felices a sus hijos, pero día a día le enseñan a sus hijos a mentir, engañar y a robar, como si eso los pudiera hacer felices.
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Quizás nos parezca exagerada la educación nórdica que enseña con el ejemplo y la teoría que cada cual debe cumplir con su deber cueste lo que cueste, incluso la vida en algunas ocasiones; a diferencia del Capitán del Crucero Concordia que hizo desde un comienzo todo lo contrario.
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EN DESARROLLO
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EN DESARROLLO.
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Estas reflexiones vacacionales nos llevan a exclamar con la Fuerza del Destino. Adelante UTEM adelante con el Capitán Lucho Concordia . El hundimiento es seguro pero la historia nos enseña que reflotar el buque es posible.
ResponderEliminarPeores aún, mucho peores son aquéllos que toleran que otros, haciéndose los estúpidos, dejen la embarrada y salgan libres de polvo y paja.
ResponderEliminarAl parecer se trata del Consejo Superior en pleno con su Presidente el sr rector y se excluye a los externos que renunciaron a tiempo y funcionarios y alumnos que no cuentan o sea estamos hablando de una institución de dudosa pertinencia en el siglo XXI , cuando ayer el contralor general declara que hay instituciones del estado que necesitan transparencia y control por la desconfianza que generan, pero como no las nombra , la UTEM no aparece , por ahora
ResponderEliminarPersonas como el exVraf son directas aunque no gusten pero son eficientes. Hay otras que por debajo sueñan con llegar a ese puesto por dudosas razones y lo hacen por debajo de la mesa haciéndose los tontos con sus propios colegas. Esos nunca deben llegar allí, sólo los que tienen el don y honestidad de don Eduardo.
ResponderEliminarComparto plenamente lo dicho por el colega o funcionario no académico anterior. Don Eduardo debe volver para nuevamente ordenar la casa.
EliminarSi se mejora de sus continuas "recaídas"
EliminarLa estupidez no es un motivo de vergüenza; sí lo es la vileza, la deshonestidad y la indecencia
ResponderEliminarPara la CNA. Las finanzas UTEM son un ejemplo de buena gestión financiera universitaria a partir del ex VRAF y el modelo educativo un fraude inoperante verdadero ejemplo de la estupidez de la gestión académica imperante en la UTEM a todo trance independiente de la autoridad que esté en la VRAC . No basta con cambio de directivos , ahora es el modelo y la estructura UTEM que nos lleva al colapso.
ResponderEliminarTodo esto refleja las nefastas consecuencias de un gobierno que gobierna para poder seguir gobernando, en lugar de dirigir verdaderamente los esfuerzos de la comunidad hacia el desarrollo de la institución.
EliminarLas consecuencias, tanto en la vieja Roma imperial como en la Utem son obvias.
El buen ejemplo de gestión del ExVraf Eduardo González se puede perder, y se esta perdiendo, si no enmendamos rumbos. Creo que es imperioso que vuelva el Vraf Eduardo González antes de que sea tarde.
EliminarLos peores son aquellos que se hacen los estúpidos, pero que son unos "vivos". Hay varios, y al parecer, es un requisito para obtener plantitas y carguitos.
ResponderEliminarNormalmente lo que pasan por estúpidos son tremendamente zorros y lo que pasan por zorros son tremendamente estúpidos. Para ejemplo de los primero julithuz y de los segundo marithuz
ResponderEliminarY lo más lamentable es que los segundos mandan en la UTEM en tanto que los primeros están cabizbajos. Ni siquiera en eso tenemos suerte
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